De manera esquemática podemos decir que las funciones principales son la detección, valoración y tratamiento de enfermedades agudas, es decir enfermedades puntuales. En caso de que supere nuestras posibilidades diagnósticas o de tratamiento derivaremos al paciente a un especialista en el tema. También la detección, control, seguimiento y tratamiento de enfermedades crónicas, en coordinación, si es necesario, con el especialista.
También la detección, control, seguimiento y tratamiento de enfermedades crónicas, en coordinación, si es necesario, con el especialista. Es muy importante la detección de factores de riesgo y el control de los mismos, ya que somos los que tratamos y conocemos más a fondo al paciente. Por otro lado, somos parte importante en la prevención de enfermedades mediante campañas de vacunación y de información, consejos sobre hábitos, normas de higiene, dietas, etc.Finalmente podríamos mencionar también los controles periódicos de determinados parámetros como glucosa, tensión, colesterol, etc., en personas con factores de riesgo, con el fin de evitar en la medida de lo posible, las consecuencias de estas enfermedades.