Antes de que esto ocurra, los dientes pasan por varias etapas bien definidas, desde una afectación leve hasta estados avanzados de perdida dentaria. Este proceso se denomina periodontitis, y es conocido vulgarmente como “piorrea”.
La causa principal es una infección bacteriana. La mayoría de estas bacterias se encuentran en circunstancias normales en la boca de cualquier individuo, pero algunas personas poseen un sistema de defensa que no es eficaz contra ellas. La consecuencia fundamental a largo plazo es la pérdida de la mayoría de los dientes. El tratamiento básico consiste en eliminar la infección existente limpiando a fondo toda la boca, bajo anestesia local. Si el estado es muy avanzado o se requiere regeneración, se precisa una pequeña intervención quirúrgica, también con anestesia local. El tratamiento puede complementarse con el uso de antibióticos.
Tratamiento regenerativo cuando el daño es muy acusado el paciente experimenta una pérdida considerable de hueso. En estos casos, antes de cualquier tratamiento restaurador, es preciso reponer en la medida de lo posible las estructuras perdidas. Para ello se hace uso de diversos biomateriales: membranas, amelogenina, hueso, etc. Todo ello se combina de manera eficaz para restituir la anatomía perdida.